Carmen Meza Ingar.
Profesora principal de la UNMSM
La Convención de los Derechos del Niño adoptada por la ONU en 1989 regula la situación de los menores de 18 años, priorizando sus derechos a una alimentación nutritiva y a la educación.
En el Perú, la Ley de la Juventud peruana ha prorrogado la patria potestad a los jóvenes que estudian hasta los 29 años de edad. Se ha legislado a favor de los jóvenes peruanos desde los 15 años hasta los 29, entendiendo que hay jóvenes menores de edad y jóvenes adultos, es decir, con ejercicio de ciudadanía.
Dada la situación de pobreza de muchas familias, en nuestro país se consideró clasificar a los menores de 18 años en niños y adolescentes, es decir, los menores de 12 años niños o niñas y los de 12 a 18 años adolescentes, con el fin de autorizar el trabajo de los adolescentes y también para reconocer la capacidad progresiva a los que son padres de familia, siempre que hubieren cumplido 14 años de edad.
Son casos de excepción frente a la mayoría de hijos de familia, generalmente, estudiantes. Por eso, la Convención regula los derechos de los niños bajo la patria potestad, es decir, los que tienen padres; los que se encuentran en estado de abandono, los niños o menores institucionalizados, y los que se encuentran en zonas de conflictos armados.
Hay que recordar que los principales derechos de los niños son:
1 Derecho a un nombre, un país y una lengua.
2. A ser felices.
3. A no ser discriminados por la raza o por el color de la piel o por su origen.
4. A crecer en un lugar saludable, o sostenible, sin violencia ni maltratos.
5. Asistir a la escuela. Y recibir por lo menos educación básica y secundaria.
6. A disfrutar de las mismas oportunidades que todos.
7. Recibir atención médica y socorro.
8. No padecer hambre y recibir una nutrición sana y adecuada.
9. Tener una vivienda.
10. A no ser marginado por sus problemas físicos o psíquicos, es decir, tener cualidades diferentes;
11. Derecho a vivir en paz.
Todos estos derechos tienen sus deberes correlativos:
Los niños y niñas deben respetar a sus padres y a todas las personas, también deben colaborar en mantener limpio y ordenado el lugar donde se encuentran, estudiar de acuerdo a su capacidad, aprovechar todas las oportunidades que se les presenta en los estudios y en el desarrollo integral. Ayudar a otras personas, sobre todo a los ancianos, respetar todos los nombres y los idiomas del mundo.
Si está dentro de sus posibilidades, compartir con los demás y ser solidarios, aprender a solucionar cualquier problema o conflicto en proporción a su edad. Si se cumplieran los derechos y deberes de los niños, lograríamos un mundo que se va construyendo por las nuevas generaciones, en búsqueda de la paz.
Fuente: EL PERUANO
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