sábado, 22 de septiembre de 2012

La prueba poligráfica en el derecho penal

¿Es válida la prueba poligráfica?
 
 
César Benavides Cavero.
Abogado penalista
 
Como estudiosos de las ciencias forenses acabamos de tomar conocimiento de una sentencia judicial recaída en el Exp. N° 286-2010 de la Sala Mixta Descentralizada Transitoria de San Juan de Lurigancho, donde tres magistrados, utilizando la poligrafía, condenaron a cadena perpetua al procesado Alex Padilla Valdivia por la comisión del delito contra la libertad sexual en agravio del menor de edad identificado con clave V-0006.
 
Al sentenciado le fijaron la suma de 3,000 nuevos soles como monto de reparación civil en favor del menor agraviado. En este aspecto nos preguntamos: ¿Tan poco valen la dignidad y el honor?
 
La mencionada técnica utiliza el polígrafo, un instrumento de gran sensibilidad y precisión capaz de registrar de forma continua en un gráfico las variaciones fisiológicas que se producen en el organismo de un individuo estimulado psicológicamente mediante determinadas preguntas.
 
Es bastante utilizada y es una poderosa herramienta de investigación utilizada por los cuerpos policiales de diferentes países. El polígrafo es también conocido como "detector de mentiras".
 
Los datos fisiológicos permiten, después de un análisis algorítmico, evaluar si una persona miente o dice la verdad respecto a una cuestión previamente determinada.
 
Este es un caso único en la historia judicial de nuestro país, porque por primera vez se admite la prueba poligráfica en un proceso judicial, donde el poligrafista Carlos Villantoy Barreda, perteneciente al Instituto Peruano de Criminalística y Pericias, intervino a pedido de la defensa del acusado y, al final, el resultado le fue adverso.
 
Dicha prueba debió ser admitida por la mencionada sala, en razón de ser una prueba comunitaria y de parte. La profesionalidad desplegada por el experto motivó que previamente solicitara una evaluación psicofisiológica forense; como señalamos, la conclusión le resultó adversa a este perverso padre violador de su propio hija; felizmente, la madre se pudo percatar del comportamiento de su hija y denunció el hecho ante la autoridad. La validez científica de esta prueba no es admitida en otras partes del mundo, pero en nuestro país ha marcado historia y jurisprudencia. Los que utilizamos esta prueba le otorgamos un 98.5% de credibilidad, dependiendo del ser humano que actúa como operador de la máquina.
 
En cambio este método ha sido desechado en la legislación colombiana, mayormente debido a su uso farandulero en la televisión.
 
Para un uso correcto de la prueba poligráfica hay que cumplir con ciertos parámetros y protocolos a los que no se puede acoger cualquier persona que no busca el esclarecimiento de un ilícito sino la publicidad, sobre todo por la reserva con que tiene que ser llevada esta clase de exámenes.
 
Esta sentencia condenatoria va a suscitar polémica acerca de que si es un medio de prueba eficaz y certero que se pueda utilizar para la administración de justicia, aunque tiene sus detractores. Queda abierto el debate.
 
Fuente: EL PERUANO

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